1. That Butler, Is Talented

That Butler, Is Talented

Perfectamente cronometrado con el reloj, Sebastian se levantó a primer hora, se arregló, se dispuso a preparar un exquisito desayuno, puso a trabajar a los holgazanes que habían adoptado como sirvientes en la mansión, preparó toda la ropa para su amo y señor y fue a despertarlo a su habitación, llamando primero a la puerta y esperando unos segundos antes de pasar.

Sonrió con galantería al entrar en la habitación, empujando el carrito en el que llevaba las charolas con el desayuno y se acercó a la ventana para abrir las cortinas, aunque a ninguno de los dos les agradaba la luz del sol, pero no había otra manera de despertar a su a tan tempranas horas del día... Bien, sí que había muchas maneras, pero el demonio se divertía de lo lindo fastidiando a su querido amo al hacer que la luz le diera de lleno en los ojos, recién al despertar.

― Es hora de despertar. Para el desayuno hay salmón ahumado, tostadas y té negro de la India. Le recomiendo que se apresure a comer ya que hoy tenemos una agenda sumamente ocupada y no podemos perder ni un segundo absurdamente.

El mayordomo se inclinó haciendo una pronunciada reverencia, porque era así como se suponía que debía actuar, aunque para él era más bien un juego con el que debía seguirle la corriente al niño que había hecho un contrato con él. Contrato que por supuesto, se encargaría de cobrar en su momento y disfrutaría hasta el último segundo en cosechar esa maravillosa alma maldita que residía en el interior de ese mocoso... Es decir, de su amo y señor.

That Butler, Is Talented

Lyserg realmente no recordaba hace cuánto tiempo había cambiado todos los objetivos de su vida para vengarse. No le importaba que precio tuviese que pagar, lo único que deseaba era la venganza en contra de los bastardos que lo había torturado.

No pretendía dejar jamás escapar esos objetivos y tarde o temprano estaría frente a ellos de nuevo para vengarse, lograría que rogasen por la muerte porque esa era su visión de venganza. Torturarlos, hacerles lo mismo que le hicieron y lograr que muriesen porque ellos mismos rogarían la muerte. Y ellos mismos se matarían con tal de no seguir sufriendo. Esa era su visión de venganza.

El día anterior se había dormido con ese objetivo en mente, como todas las noches, visualizando su venganza perfecta. Sin embargo, cuando el sol le dio en los ojos puso mala cara al instante e instintivamente se cubrió los ojos con su mano gruñendo instantáneamente y solo abriendo sus ojos cuando escuchó a su mayordomo.

― Tsk, Sebastian. ¿No tienes una forma menos molesta de despertarme? Estúpido.

Lyserg abrió sus ojos totalmente y fulminó a su mayordomo con la mirada. Era tan irritante.

― ¿Cuál es la agenda para hoy?

Preguntó alzando una ceja y levantándose de la cama esperando que Sebastian le vistiese.

That Butler, Is Talented

Sebastian sonrió complacido de ver a su amo enfadarse y molestarse por el sol, porque después de todo, ese era su objetivo. Ahogó una risita y se inclinó para reverenciarle, algo que él consideraba más bien como una burla que como una muestra de respeto, aunque igualmente respondió a ambas preguntas con eficiencia y solemnidad.

― Me temo que no me es posible despertarte de otra forma. La agenda para hoy es la siguiente...

Sebastian tomó las ropas que ya tenía perfectamente planchadas y preparadas, acomodándolas en la cama para luego desvestir diestramente a su amo, dejándole completamente desnudo antes de tomar la primer prenda y colocársela. Aquella era una rutina diaria suya y realmente se había acostumbrado a ella, pero no dejaba de hacerle gracia internamente que el chiquillo no supiera hacer absolutamente nada sin él. Terminando de abotonarle el saco, habiéndole puesto ropa interior, pantalones cortos, camisa blanca con esa borla estorbosa en el pecho y un par de calcetines largos hasta la pantorrilla, Sebastian disfrutó de poder tocar todo el inocente cuerpo del chico, porque pese a todas las cosas por las que había pasado, las torturas y el sufrimiento, seguía siendo virgen, lo que para cualquier demonio era un manjar exquisito para comer y devorar. Por supuesto, él sabía mantener a raya sus instintos y terminó con sus labores con eficiencia.

Mientras hacía todo eso, repasó mentalmente la agenda, que por supuesto tenía memorizada, en voz alta.

― A las 9:00 tienes que presentarte con los miembros de la compañía Diethel para supervisar la nueva línea de juguetes, a las 11:00 tienes un almuerzo con Lord Barrington, a las 12:00 debes ir a la inauguración de la nueva tienda de la compañía, a la 14:00 debes presentarte en una reunión casual con Tao Ren y la mafia china...

En general, casi todo eran reuniones y compromisos preestablecidos con distintos funcionarios y miembros de todos los stratos sociales, principalmente los más altos, porque mantener relaciones con los gremios de mercenarios y los condes y barones de Inglaterra era algo primordial para un Diethel.

― ...y a las 21:00 tendrás que alistarte para el billar con la mafia italiana.

Repasado todo, ya había terminado de vestir a su amo y sólo estaba a la espera de que terminara su desayuno para poder llevarse el carrito a la cocina y poner a trabajar al trío de idiotas que tenían por empleados en la casa.

That Butler, Is Talented

Estúpido Sebastian, seguro que le había despertado de una forma molesta apropósito sabiendo que eso lo entretendría. Bufó por lo bajo y se dejó vestir de cualquier forma aunque seguía estando molesto porque sabía muy bien que existían maneras menos molestas de despertarlo. Lo que pasaba era que Sebastian parecía tener en la cabeza la idea de fastidiarlo. Muy diferente era aquello a la realidad. Estúpido Sebastian...

Escuchó su agenda y frunció los labios en varios momentos, sobre todo cuando todo se relacionaba con pasar el tiempo con alguien más, ¡peor aún cuando ese alguien más era Tao Ren! En general Lyserg no tenía odio por Tao Ren pero sabía muy bien que las reuniones con ese sujeto podían ser realmente molestas. Aunque fuese un mafioso de cuidado, a veces Lyserg hubiese preferido prescindir de relacionarse con él.

Suspiró aburrido al final cuando Sebastian terminó de dictar su agenda. Como siempre todo eran compromisos que a Lyserg le comenzaban a aburrir, una vez vestido se acercó al carrito que tenía su desayuno y se sentó en la mesa a la espera de que Sebastian pusiese ahí su desayuno y nada más así empezó a comer.

― Realmente es un día ocupado y sobre todo aburrido, ¿no es así? Espero que al menos tengan un poco de diversión para mi el día de hoy.

Nada mejor que una cacería del perro de la reina para amenizar un poco un día normal en Inglaterra. En general Lyserg odiaba que le dijesen de esa forma, "Perro de la Reina" pero en realidad luego empezaba a hacérsele gracioso. Nadie sospechaba de las formas que tenía el Perro de la Reina para impartir castigos.

― Ve a alistar los preparativos y el carruaje, apenas termine esto partiré a las empresas Diethel.

That Butler, Is Talented

Sebastian sonrió con esa fingida amabilidad suya e hizo una nueva reverencia, saliendo de la habitación y llevándose el carrito junto con él. Tardó poco en encontrar al trío de inútiles que tenían contratados como servidumbre en la casa para darles tareas a cada uno. Luego de limpiar los platos, las bandejas y empezar a preparar el almuerzo, Sebastian repasó mentalmente sus siguientes tareas, justo antes de que el anterior mayordomo en jefe entrase en la cocina.

Sebastian sólo toleraba a una persona en toda la mansión y esa persona era el increíble mayordomo que le había cedido su puesto tras la "recuperación" del joven amo Diethel. El actual mayordomo en jefe le permitió moverse con libertad por la cocina mientras preparaba un tentempié para su joven amo, ya que al mayor le encantaba consentirlo (algo que Sebastian desprobaba), y luego él terminó con el almuerzo. Lo dejó todo preparado y listo para ser servido y volvió con Lyserg Diethel.

Era hora de la primer reunión del día y Sebastian llevó los dulces a la sala de conferencias, donde los miembros más importantes de la compañia de juguetes Diethel ya estaban esperando. Tras asegurarse de que su amo llegase a tiempo a la reunión y no se escapara, comenzaron la rutina preparada para ese día.

En determinado momento, alguien dejó caer una taza y Sebastian la tomó antes de que se rompiera, sin hacer ruido y sin llamar la atención. Sólo la persona que la había dejado caer se percató de ello y Sebastian sonrió.

― Soy el mayordomo de la familia Diethel. ¿Cómo podría hacer menos que esto?

Esas eran las palabras de siempre del mayordomo. Si bien, solo las dijo para sí, la reunión llegó al término esperado y el almuerzo prosiguió.

Sebastian ya tenía todo listo en el jardín, aunque el evento que esperaba con ganas era la cita con Ren Tao, ya que siempre resultaba divertido ver cómo el chino trataba a su joven amo.

That Butler, Is Talented

Lyserg se vio obligado a cumplir todo lo que Sebastian había agendado para ese día, porque por desgracia su mayordomo había predecido que intentaría escapar y había frustrado sus planes por anticipado.

Mientras se aburría escuchando hablar a los sujetos de la compañía de juguetes pensaba en cómo escaparse hasta que recordó que ―para su desgracia― uno de los agendados después de toda esa estupidez no era otro que Ren Tao y de él no podía escapar. Desgraciadamente era de los pocos que Lyserg consideraba medio importantes como para poder dejarlo plantado.

El tiempo entre la llegada de Ren y los otros compromisos pasó tan lento que Lyserg quería tirarse el cabello por la desesperación pero cuando la hora llegó... las cosas cambiaron.

― ¡Lyserg-kun!~

Un sujeto ataviado con un traje chino costoso pasó corriendo para abrazar al peliverde, abrazándolo contra su pecho.

― ¡Te extrañé mucho!~ ¿No es así, Jun-jun?

La mujer que siempre acompañaba a Ren, Jun Tao, asintió sin expresión alguna.

― ¡Demonios, suéltame, Ren!

Lyserg se zafó y Ren esbozó una sonrisa maliciosa.

― Lyserg-kun~ esos modales, habrá que castigarte~

Lyserg retrocedió unos pasos.

― Ni te atrevas.