1 — Destroy or be destroyed

A decir verdad, si alguien le preguntase a Ren porque había decidido empezar a jugar baloncesto diría que sencillamente estaba aburrido y buscaba diversión. Conocer a Akashi fue... interesante, podría decirse.

Si bien era una simple reserva, sabía muy bien que su misión era destrozar a quienes le pusieran enfrente y quisieran los demás o no era precisamente lo que siempre hacía. Le subestimaban por ser un enano —no que pudiese culparlos— y siempre por ello no le prestaban atención. El balón llegaba a sus manos y como base hacía todo lo que debía.

No le extrañaba que Akashi no tuviese quejas de él (como si eso alguna vez fuese posible) pero en ese partido en particular se dio cuenta de que había algo pesado en el ambiente. Los tipos eran gigantes y se decía que su defensa era implacable. No sabían lo que se esperaban.

Ren estaba comiendo una paleta de hielo esperando que el partido iniciase y entonces entró a la cancha, uno de los chicos que quedaban en la banca le quitó su paleta y empezaron a animarles. Ren sonrió malicioso y miró al centro ponerse para alcanzar la pelota.

Una única mirada le dedicó al gigante de Yosen, el de la defensa.

— Destruir o ser destruido— murmuró para sí mismo.

En ese caso, solo podía ser destruir.