I — Let's burn this desire

Si alguien se hubiese tomado el tiempo de advertirle a Lynette que las cosas se podían transformar en eso, la peliverde no hubiese duda ningún segundo en simplemente dejar su trabajo en el club nocturno. Pero claramente, nadie se lo dijo... bueno, en realidad su hermano, quien estaba de paseo con su esposo por el mundo... si que se lo advirtió, pero claramente Lynette no lo escuchó porque... ¡¿quién escucha en estos tiempos a su hermano menor? Ella no, obviamente.

Ahora, se arrepentía totalmente... y no quería ni siquiera decirle a su hermano de la situación porque estaba segura de que ese malvado peliverde iba a burlarse de ella hasta el cansancio e incluso dejaría a su esposo burlarse de él. ¡Ah! Ya se imaginaba la molesta voz de ese sujeto, que le haría recordar y ver perfectamente su sonrisa favorita: burlona.

¡De verdad! No entendía cómo su hermano se había enamorado de ese sujeto, pero eso era lo de menos. Ahora, su preocupación estaba concentrada en cómo evadir la situación que se le presentaba justo delante de sus ojos. Ellos habían vuelto. De verdad... ¿Hana e Yoh no tenían nada mejor que hacer?

― Veo que han vuelto, chicos...

Intentó que su tono no delatase lo incómoda que se sentía por eso. No es que le molestase, no del todo... pero era incómodo, porque si tan siquiera su gemelo estuviese ahí para escabullirse... ni eso. Maldito traidor, ¡al diablo que estuviese en su luna de miel!

lynette con hana e yoh. club nocturno. 01.00 am.

Yoh estaba sin habla. Hananyah lo entendió todo un poco más rápido que él. Había una razón por la que no habían sido capaces de apartar la vista de esa chica, incluso con la máscara puesta y cuando habían pasado 8 años desde la última vez que la vieron. Es porque era ella. No podía tratarse de un error, de ninguna manera podía existir alguien que se le pareciera tanto a esa chica.

Yoh se sonrojó completamente cuando se dio cuenta de todo y Hananyah sintió el deseo de golpearlo por ser tan lento.

― Ah... ¿Lynette? Eres Lynette, ¿verdad?

― ¿Por qué trabajas en un sitio como este?

Hananyah le miraba fijamente a los ojos, notando que era bastante incómodo para ella el estar en su presencia sin la máscara y aun peor, con ellos habiéndole recordado y reconocido. ¡Y como no iban a hacerlo! ¡Lynette era la única por la que ambos habían sentido algo de pequeños! Ellos incluso siendo los mejores amigos, discutían todo el tiempo sobre quién se casaría con ella y cómo. Pero luego ella había desaparecido sin dejar rastro alguno, como si alguien la hubiese simplemente borrado del mapa y siendo tan pequeños como eran en ese entonces, no había manera de conseguir respuestas. Las personas a su alrededor no sabían nada, o no querían decirles nada. Y como al pasar los años, la rivalidad en ambos sólo hizo que se volviesen mucho más unidos, al grado de convertirse en amantes, en prometidos y en esposos, el recuerdo de esa chica había quedado enterrado en el olvido. Hasta ese instante.

― ¿Y dónde estuviste todos estos años?

Yoh miró a su esposo y luego a Lynette. Él se veía demasiado serio, y ella algo incómoda. Yoh intentó decir que quizás debían regresar en otro momento, pero las palabras no le salieron de la boca. En realidad, él también quería saber qué había pasado. Así que lo que terminó diciendo fue algo completamente diferente.

― A decir verdad... todos nos preocupamos mucho cuando dejaste de venir a la escuela...

yoh con nyah y lyn. club nocturno. 01.00 am.