1. Because of you

I. Because I love you

Oliver Kirkland — Mañana — Departamento

Aquella mañana, al despertar, lo primero que Oliver vio fue la hermosa silueta de Kiku junto a él. Sonrió. Kiku era todo su universo y estaba seguro, sin lugar a dudas, de que él mismo consistía todo el universo de Kiku. Porque así tenía que ser.

En general Oliver casi nunca se quedaba a dormir en el departamento de Kiku. Cada uno tenía sus propias actividades diarias, Kiku como estudiante y él en la pasteleria de la que era dueño. Para alguien como Oliver, la agonía de separarse de su persona amada era un mal necesario. Sufría y sentía que alguien lo despedazaba por dentro cuando tenía que alejarse de Kiku pero lo soportaba por dos razones. La primera y menos importante era que disfrutaba de su trabajo y de la libertad artistica que le brindaba. La segunda y mas importante era que, despues de tan agonizante dia de trabajo, ver a Kiku, tocarlo, sentirlo, besarlo, percibir su aroma y escuchar su voz, todo en Kiku era como una droga que aliviaba sus mas salvajes impulsos. Alejarse de Kiku era comparable a beber por su propia voluntad un veneno agresivo y peligroso, que le carcomia las entrañas, solamente para poder disfrutar del delicioso antidoto que le brindaba su piel.

Oliver se perdia en cada faccion y suave curva de Kiku Honda. Era capaz de admirarle por horas hasta que el mas joven despertaba o bien, cuando algo interrumpia su concentracion. Aunque claro, esos distractores iban desapareciendo uno tras otro. Kiku seguramente estaba tan feliz como el, porque despues de que le habia confesado la verdad, no se habia resistido a hacer el amor con el hasta quedarse dormido. Sin embargo, habia algo que le preocupo a Oliver y lo acababa de recordar. Kiku no parecia ser del todo el mismo. ¿Podria ser cansancio por los estudios... O quiza algo mas?

Oliver se levanto de la cama y fue a la cocina para preparar un sustantioso desayuno que le devolveria el animo a Kiku si es que estaba agotado por la escuela. Y si no era eso, seguramente el comer algo delicioso le ayudaria a armarse de valor para compartir con el sus penas, sus angustias, si alguien estaba molestandolo. Incluso si eso no funcionaba Oliver investigaria por su cuenta como habia estado haciendo. Estaba tan convencido de que todos los que se acercaban a Kiku pretendian separarlos que ni siquiera habia tenido que preguntar mucho. Oliver resolveria el problema, lo eliminaria. Tal como habia estado haciendo.

- El desayuno esta listo ~

Con Kiku

I. Because I love you

Kiku Honda — Mañana — Departamento

Kiku no entendía cómo había pasado todo eso, cómo fue que en un solo segundo todas las personas a su alrededor estaban comenzando a desaparecer sin mayor explicación. Kiku comenzaba a sospechar las razones. No, más bien… Oliver se las había dicho directamente y eso lo asustaba muchísimo. Porque saber que tu pareja se libraba de tus amigos porque iban a separarlos era algo que alteraría a cualquiera.

Kiku estaba asustado, porque no sabía cómo Oliver había terminado considerando a sus amigos como una amenaza. Aunque intentaba pensar que no era nada, la verdad es que sí era algo. Algo sumamente importante. Porque demonios… Oliver estaba matando a sus amigos. ¿Qué parte de eso no era importante? Estaba asustado.

El día anterior Oliver se había ido a quedar a su casa, y Kiku había disimulado lo mejor posible todo lo que le aquejaba, se había dormido sin embargo bastante tarde gracias a estar preocupado por otras cosas y esa era la razón por la que se no se había despertado antes que Oliver. Sólo se despertó cuando estaba solo en la cama  y se incorporó entrecerrando sus ojos al no ver a Oliver pero sintiéndose relajado por ello al mismo tiempo.

Se levantó y se fue a la ducha para después vestirse y mirarse al espejo. Se sentía cansado, agotado y estresado. Realmente era complicado. Kiku suspiró suavemente, justo antes de oír a su pareja diciendo que el desayuno estaba listo. Se mordió el labio y fue al comedor acercándose para saludar a su pareja.

— Buenos días, Oliver.

Sonrió y besó sus labios suavemente con cariño. Después se fue a sentar a la mesa y miró a Oliver.

— Gracias por el desayuno.

Con Oliver