I — Covered by your grace

No estaba tan seguro de que fuera una buena idea. Celebrar después de una rotunda victoria y ser coronado como el Rey de los Héroes estaba bien. Barnaby estuvo de acuerdo con eso. Era solo que no le convencía del todo que fuese en un bar con todos los héroes. No porque los demás le cayeran mal, son sus amigos y compañeros de trabajo después de todo. Pero él prefería quedarse en casa (o en la de Kotetsu), tomando champagne (con Kotetsu) para terminar en la cama (más bien, dentro de Kotetsu...).

Por suerte nadie más tenía el poder de leer la mente, porque eso habría sido vergonzoso para Barnaby. En fin, Kotetsu había insistido, Fire Emblem continuó, Rock Bison dijo que él pagaba (aunque estaba pasándola mal con los rankings) y todos los demás se unieron de inmediato. Barnaby intentó no preocuparse demasiado, de todas formas a las chicas no las dejarían pasar en el bar por ser menores de edad. Y si ellas no iban, quizá los demás se desanimarían.

Pero no. Rock Bison los llevó a un bar que de hecho era una cantina familiar (¡¿desde cuando existen esas cosas?!) y todos terminaron pidiendo la mesa más grande y cerca de la cocina que se pudo.

Origami Cyclone empezó la reunión felicitándolo (era tan extraño que él hablase primero), y Rock Bison propuso un brindis. Luego de algún modo las copas siguieron corriendo, y entonces fue cuando todo se puso extraño...

Kotetsu no podía rechazar a nadie, pero no podía sobretodo rechazar a nadie si le decían que querían ir a un bar. Quizás no fuese a celebrarlo a él, sino a su amado novio (sí, lo ama) y por eso mismo fue que cuando vio que Bunny no quería ir le puso ojitos de perrito para convencerlo. Todos se unieron a esa tarea y ahí estaban.

Ahora se arrepentía totalmente de haber ido, lo que jamás creyó que pasaría. Es decir, ¿él arrepintiéndose de ir a un bar?... pues sí. Debido a que Kaede iría de visita al día siguiente, no podía beber tanto como todos los demás pero eso no significaba que no se hubiese bebido un buen trago de vino y cervezas.

Sin embargo sus compañeros se habían emborrachado demasiado rápido, y el resultado... bueno... resulta que todos empezaron a hablar de lo mucho que lo querían (incluso Karina, consiguiendo que se pusiese rojo hasta las orejas) y de alguna forma... terminaron hablando de eso.

Si con la "confesión" de Karina el rostro de Wild Tiger estaba rojo, cuando empezaron todos a asegurar que eran dueños de su virginidad se volvió muchísimo peor pero empeoró a la máxima potencia cuando Fire Emblem con una sonrisa le miró directamente.

— ¿Entonces te acostaste con todos ellos?

— ¡Claro que no!...

Se detuvo, en realidad... Solo había una salvación, miró a Origami sonrojado todavía.

— Y-yo contigo... no lo hice, lo r-recordaría...

¿Verdad? A menos que...

— E-espera... ese día... n-no puede ser... ¡aah!

Bueno, ¿ya dijimos que no podía decirle que no a nadie? Hablábamos en todo sentido. Nunca puede decirles que no, nunca.

— Y-yo... Solo quiero felicitarte por ganar el titulo de King of Heroes y por tu gran trabajo. Eres un ejemplo para todos nosotros...

Asi había empezado todo e Ivan nunca se habría esperado que el alcohol de más en su sistema hiciese que esa simple frase llevase a todos a discutir sobre quien queria mas a Kotetsu-san. Porque, bueno, ya que era un ejemplo, Sky High resaltó el hecho de que, a partir de que Barnaby y Wild Tiger habían hecho un equipo, los demás habían comenzado a interesarse de un modo u otro en Kotetsu-san. Luego Bison había soltado que él lo vio primero y que como su mejor amigo debía cuidarlo y educarlo y adiestrarlo...

Todos malentendieron eso. Luego Blue Rose dijo que lo amaba y entonces los demas estallaron. Excepto Ivan, claro, porque el era demasiado timido como para... confesar su crimen...

— Por mas que los demas crean lo contrario, yo...

Wild Tiger debio oirlo. Estaba seguro de que lo habia oido. Pero no, lo miro solo porque queria safarse de algun modo de lo que Fire Emblem le habia dicho.

Ivan se sonrojo de inmediato hasta las orejas y bajo la cabeza para esconder media cara en el cuello de su ropa. Si. Se habian acostado. Si. El lo recordaba perfectamente. Pero no porque hubiese sido grandioso, aunque si lo fue. Sino por la estupidez que solto mientras aun estaban en la cama...

Se habia querido hacer el gracioso con el alias de "Tigre Salvaje" y habia terminado diciendo "Kotetsu-san, sí que eres como un tigre en la cama, grrr" con la voz y apariencia de Barnaby. Si. Se habia convertido en el novio de Kotetsu-san porque nunca se atreveria a decirle en persona que lo amaba. Todo era mas facil siendo Barnaby Brooks Jr.

— ¡¡Aahh!! ¡¡No lo digas!! ¡¡Se que dije algo estupido pero podrias olvidarlo!!

Kotetsu se sonrojó sin poder evitarlo cuando notó que Ivan bajaba la cabeza, eso solo podía significar que ese día en el que Bunny había actuado tan extraño (sobre todo con semejante frase, porque Kotetsu sabía que Barnaby sabía muy bien cómo era en la cama) no había sido precisamente “Bunny” sino…

Oh, por los dioses. ¡Se había acostado con todos los hombres presentes! Nathan no contaba porque, bueno, era como una chica. ¿Vale?

Pero para que conste en acta, no había sido en absoluto culpa de Kotetsu el que se hubiese acostado con ellos. Sencillamente había ocurrido, lo de Ivan para empezar ni siquiera lo sabía antes de que el mismo chico lo reconociese al decirle “Sé que dije algo estúpido pero podrías olvidarlo”. Lo de Antonio fue natural, ¿vale?... era su mejor amigo. Keith… bueno, Keith era Keith. Era el King of Heroes, ¿cómo se iba a negar? Además lo trató muy bien en el momento. Y Bunny, ¡Bunny era su novio! Lo habían hecho más de una vez, porque eso era lo que las parejas hacían.

Era natural.

Kotetsu los quería a todos, ¿sí? No podía decirles que no, porque los quería tanto… Todos eran importantes para él.

Nathan, todavía cerca, se soltó a reír.

— O sea que efectivamente sí que te acostaste con todos— Kotetsu se sonrojó y miró a otro lado— Me pregunto por qué Handsome te dejó hacerlo…

Ante esas palabras, todas las alarmas de Kotetsu se encendieron. Bunny, Bunny estaba enterándose de cosas que no se supone tuviese que enterarse.

— Hahaha… B-Bunny-chan… yo...

Dragon Kid y Blue Rose se miraron entre sí, negando a la vez y suspirando. Karina se sentía un poco mal por enterarse de que la persona que amaba se había… bueno, había demostrado su amor a casi todos los presentes (menos a las chicas y a Nathan). Quizás se sentía un poquito excluida, si ella lo amaba.

— ¡Eso es injusto! ¡Todos han tenido oportunidad de amar a Kotetsu y yo no! ¡¿Por qué y cómo todos lo hicieron con él?! ¡Yo lo amo más que todos ustedes!

— ¡Por Barnaby! ¡Y de nuevo, por Barnaby!

Tras el brindis que Bison sugirió, todos empezaron a beber. Por supuesto Keith empezó a beber cerveza como si no hubiera un mañana, principalmente porque no tenían mucho que hacer al día siguiente. Salvo por él y sus rondas nocturnas, obviamente. Y porque el alcohol no se le subía tan rápido como a los demás. Él simplemente era sincero.

Demasiado sincero.

El ambiente empezó a animarse rápidamente y Keith no se contuvo al hablar. Todos estaban bastante interesados en Wild-kun desde la llegada de Barnaby y eso se notaba. Le tenía un poco de celos a Barnaby por haberle quitado el puesto de King of Heroes y también se sentía mal por haber perdido contra Jake Martinez. Pero cuando más lo necesitó, Wild-kun estuvo ahí para animarlo, apoyarlo y para darle su más preciado tesoro sólo para él. En realidad, le parecía extraño que Barnaby no lo tuviese antes que él, pero no se fijó en ello.

Atesoraría ese tesoro por el resto de su vida.

La conversación se volvió hacia Barnaby y Keith lo miró igual que Bison. Apenas escucharon a Blue Rose, Keith soltó algo de esa cortante sinceridad suya.

— Barnaby no había hecho nada con Wild-kun como para molestarse porque alguien más lo hacía ¿no? Después de todo, Wild-kun me dio su virginidad a mí y sólo a mí.

A Keith le pareció extraño que los ojos de Barnaby se hubiesen oscurecido desde que la conversación comenzó, pero si él no lo había aprovechado, no era culpa de nadie, excepto del mismo Barnaby. Aunque algo que sí sorprendió a Keith fue que Barnaby golpeara la mesa con el puño, que por poco la tiraba, y luego se levantara tan bruscamente que todos tuvieron que salvar sus bebidas porque la mesa se tambaleó de nuevo.

— Kotetsu-san. ¿Quisieras acompañarme un momento?

— ¡Espera un momento, SkyHigh! ¿A qué te refieres con que Kotetsu te dio su virginidad? ¡Me la dio a mí mucho antes!

— ¿E-eh? ¡Pero Kotetsu-san, conmigo, esa vez...!

— ¡¡Kotetsu-san!! ¡¡Necesito hablar contigo seriamente sobre algo de Ouroboros!! ¡¡Acompáñame afuera por favor!!

Las cosas se estaban complicando… Kotetsu sabía que Barnaby estaba enojado, porque después de todo era su pareja y sabía reconocer ese tipo de cosas. Lamentablemente, no estaba equivocado. Una sola mirada de re ojo a su novio y todo el mundo se derrumbó bajo sus pies. Oh, lo pagaría caro, lo sabía y lo presentía como quien presiente que algo malísimo va a pasar.

Se mordió los labios sin embargo la palidez llegó a su rostro cuando fue nadie más y nadie menos que Keith Goodman el que mencionó el detalle. Sí, ese detalle. Kotetsu no creyó que alguno de ellos lo mencionase, sin embargo parece que la mala suerte lo acompañaba.

¡Y, peor aún, fue esa situación la que pareció desequilibrar aún más a Barnaby! Cuando la mesa se tambaleó y Kotetsu tuvo que sostener su vaso, supo que todo estaba perdido, que no había vuelta atrás y que probablemente no caminaría en unos días.

Bueno, hay precios que pagar…

Estaba preparado para afrontar su castigo, hasta que Antonio alzó la voz para discutirle a Sky High y ahí todo empeoró mucho más. No podía ser… ahora todos sabrían lo que pasó. Kotetsu se había tomado las molestias de hacer aquello porque todos deseaban lo mismo de él y si él podía dárselos pues… él amaba a sus amigos, ¿está bien? Él quería que fuesen felices, y si darles aquello los hacía felices pues que así fuese. Y con Bunny, bueno... a él le gustaba así...

Kotetsu sentía que podría desesperarse en cualquier momento más que el anterior hasta que Barnaby gritó y Kotetsu le quedó mirando enojado sin poder evitarlo.

— ¡Bunny-chan, no puedes usar a Ouroboros de excusa para todo!

Por supuesto, decirle eso solo empeoraría las cosas. Nathan, viendo la oportunidad de causar el pandemónium sonrió.

— Todavía no lo entiendo, si todos afirman que tuvieron tu virginidad cuando te acostaste con ellos… ¿significa que volviste a ser virgen? No lo entiendo. ¿Fuiste virgen 4 veces? Woah, enséñame tu secreto.

Kotetsu se volvió a poner rojo.

— ¡Eso no es…!

Se vio interrumpido.

— ¡Sigue siendo injusto que todos hayan probado a Kotetsu-san y yo no!

— ¡Oi, Blue Rose!

Y Nathan, viendo por fin su oportunidad de dar el golpe final, sonrió felinamente.

— Una última pregunta…

Kotetsu le miró de re ojo preparándose para que todo se fuese al demonio.

— ¿Quién fue realmente el primero en tener tu virginidad? ¡Sin duda él ganó por sobre todos!

Maldito Nathan.

— ¡Eso no importa!

Y un coro formado por las chicas se dejó escuchar.

— ¡¿Eh?! ¡Pero yo quiero saber!

Todo comenzó con ese simple brindis. Y ahora las cosas habían dado un giro que Antonio jamás habría previsto... No que el previera mucho, por supuesto, pero que de pronto todos se adjudicaran el título de "poseedor de la virginidad de Kotetsu". ¡Antonio era su mejor amigo! ¡Obviamente él tenía todo el derecho de tomar esa virginidad y hacerla suya! ...Aunque eso no sonó muy bien que digamos. El punto era que Sky High no tenía pruebas de que hubiese tomado la virginidad de Kotetsu y Origami, bueno, él era un caso aparte, y Antonio ni siquiera iba a molestarse en discutir con él. ¡Pero Sky High estaba completamente equivocado si pensaba que Kotetsu le habría dado algo tan importante a él! ¡Kotetsu era su jodido mejor amigo!

Oyó decir a Barnaby que él tenía el jodido derecho de usar a Ouroboros como su jodida excusa cada que se le diera la jodida gana, pero no le hizo mucho caso. Y en realidad no lo dijo precisamente así. Dijo eso... ¡pero como lo diría Barnaby! De cualquier forma, Antonio retó a Sky High con la mirada hasta que Fire Emblem preguntó aquello por lo que todos debieron preocuparse desde un principio. Antonio miró a su mejor amigo igual que Origami y Sky High lo miraron: ansiosos de saber la respuesta. Pero esta no llegó. ¿Por qué? ¡Porque de pronto Barnaby se levantó y tomó a Kotetsu del cuello de la camisa para arrastrarlo hacia el baño diciendo algo... extraño!

— ¡Kotetsu-san! ¡Quiero que comamos arroz frito! ¡Como no esté bien dorado, lo lamentarás!

Sí... aquello dejó desconcertado a Antonio, pero en ese instante, Origami se levantó de golpe y dijo algo todavía más extraño.

— ¡A-ah! ¡Acabo de recordar que ese día cenamos arroz frito!

— ¿Y eso que tiene que ver? No entiendo nada, explícame.

— Si lo entiendo bien, Kotetsu-san... ¡es virgen cada vez que come arroz frito!

— ¡No digas estupideces! ¡Algo como eso no es posible!

— ¡Pero quizás esté desarrollando un nuevo poder NEXT!

— Sigo sin entenderlo.

— ¡Cuando yo lo entienda, te lo explicaré!

La mirada de todos puesta sobre él hizo que Kotetsu se removiese en su asiento, incomodo. ¿Cómo iba  a decir cuál de ellos realmente fue el primero? Era difícil. A pesar de tener absoluta claridad de quien fue realmente quien se llevó su virginidad, no podía sencillamente decirlo.

Antonio seguiría creyendo que fue él, porque Kotetsu le mintió diciéndole que quería “practicar” para cuando lo hiciese con Bunny. Sky High también creería que fue con él, después de todo le había dicho que se la daría para animarlo. E Ivan, que aunque no supo que era él hasta unos momentos antes también tendría el derecho porque bueno… aunque seguramente no lo supo, él se lo pidió.

Estaba a punto de decir algo para salvarse de todo el problema (probablemente sería solo algo estúpido) cuando su amado novio le tomó del cuello de la camisa para arrastrarlo al baño. Kotetsu sabía lo que vendría desde incluso antes de que lo dijese, y cuando le pidió arroz frito supo que estaba a punto de pagar por… ser tan… ehm… ¿sencillo de convencer por sus amigos? ¿amable? ¿sociable? Lo que fuese.

— B-Bunny-chan…

No dijo absolutamente nada más, porque sabía que para esas alturas una palabra más que dijese fuera de lugar le costaría bastante cara. Miró al frente y vio a Nathan despedirle con una sonrisa mientras Karina hablaba con Pao-Lin de algo que por supuesto no alcanzó a escuchar.

Kotetsu fue arrastrado al baño y una vez ahí se puso nervioso mirando alrededor y soltando una risita que denotaba absolutamente todo el nerviosismo (y miedo) que tenía.

— Jeje… B-Bunny-chan… yo…

Bueno, no tenía excusas. Así que solo suspiró suavemente y activó su poder para hacer lo que su pareja le exigía indirectamente cada vez que le pedía arroz frito. Esa era su forma de comunicarse, después de todo. Ellos se entendían. Una vez lo hizo, se acercó a su novio y acercó su rostro al de él para besarlo aunque sabía que con lo enojado que estaba probablemente no querría un beso sino otra cosa.

— ¿Qué deseas que haga?— esperó las órdenes sumisamente, después de todo esa vez era bastante diferente a las demás.

Bunny-chan estaba enojado.

Barnaby tenía la mirada ensombrecida y guardó silencio durante los segundos que tardaron en llegar desde la mesa hasta el baño de hombres. Soltó a Kotetsu una vez que estuvieron dentro de uno de los cubículos y esperó a que el tigre activara su poder.

Lo habían descubierto desde aquella vez que se enfrentaron a Jake Martinez: el hecho de que el Hundred Power también funcionaba para restaurar más rápidamente el cuerpo, lo que les daba mayor resistencia física a largo plazo y reparaba cualquier daño que hubiese sufrido, incluso aquellas heridas que tenían que ver con el sexo. Y a Barnaby, le gustase admitirlo o no, le gustaba ser brusco de vez en cuando con Kotetsu (otras veces, Kotetsu se lo ganaba a pulso).

Aunque por mucho que se esforzara, desde que ambos se declararon y comenzaron con su noviazgo y el sexo, Barnaby nunca había tenido tantas ganas de destrozarle... todo... a Kotetsu, como ese día.

— Kotetsu-san.

Barnaby golpeó la pared que tenía a un lado, haciéndole un enorme agujero con su puño. Seguramente se los cobrarían más tarde, pero Barnaby simplemente no pensaba en un momento como ese. Tampoco había respondido al beso o a las palabras de su compañero.

— Responde con sinceridad. Cuanta más sinceridad uses conmigo, menos días tendré que pedir de incapacidad laboral para ti.

Sus ojos continuaban ocultos tras el reflejo de sus lentes, lo que en realidad era más saludable para Kotetsu en esos momentos, aunque él no lo supiese.

— ¿Exactamente con cuántas personas, aparte de mí, compartiste tu "virginidad"? El número de personas que me digas, será el número de dedos que voy a usar contigo para empezar.

Barnaby le mostró entonces tres dedos y continuó hablando sumamente frío.

— Tan sólo allá afuera cuento tres. Y recuerda que te conozco tan bien, que sabré si estás mintiendo, Kotetsu-san.

LKotetsu se esperaba la sentencia de Barnaby, porque sabía que sí o sí llegaría y por mucho que quisiese salir corriendo en aquel preciso instante si es que llegaba a hacerlo todo sería muchísimo peor. Por eso estaba preparado, mental y físicamente, para recibir la furia de Barnaby.

Sin embargo, retrocedió un paso cuando su siempre amado novio golpeó la pareja que tenía a un lado, luciendo aterrorizado por esa acción. Barnaby siempre superaba sus expectativas, tal parecía, porque incluso parecía mucho más enojado de lo que Kotetsu había supuesto en un principio.

Tragó saliva ante sus palabras (más bien advertencia) e intentó no demostrar el miedo que empezaba a tener en ese instante. Bunny a veces era un poco… agresivo durante el sexo, y Kotetsu lo soportaba bien, pero que se enojase tanto solo le daba muestras de que todo sería incluso peor. ¿Podría siquiera realmente caminar en una semana? Porque de verdad empezaba a considerarse ya incapacitado incluso sin haber hecho nada con el rubio.

Y fue entonces vino la pregunta, esa pregunta que hizo que absolutamente todas las alarmas de Kotetsu se encendiesen porque eso básicamente un fatallity hacia su persona. Era cierto que afuera solo habían tres, pero el número real…

“Bien, Kaburagi Kotetsu, este es tu momento. O le mientes y te arriesgas a que te destroce, o le dices la verdad y te arriesgas a que solo te destroce la mitad de lo que te va a destrozar si le mientes.”

Esa era una decisión difícil, aunque realmente solo subiría un solo dedo más, pero eso dolería porque bueno… así siempre ocurría. Cuatro dedos eran bastante. Lo irónico del asunto es que realmente Kotetsu dudaba si mencionarle al otro porque bueno… había sido un tipo cualquiera. Ni siquiera había averiguado su nombre. Las cosas solo pasaron y bueno…

— B-bueno es que… B-bunny-chan…

¿Qué harás, Kaburagi T. Kotetsu?

— C-cuatro…— terminó por murmurar. Bien, lo ha dicho— Con cuatro, Bunny-chan…

Bien, lo ha dicho. Ahora solo tiene que esperar a que Bunny se descargue con él. No que no se lo merezca...

Era el colmo. Teniendo novio, el novio que (no por darselas de galan, pero era cierto) todas morían por tener (igual no se les iba a hacer, obvio), y encima que se preocupaba tanto por satisfacer las necesidades fisicas y emocionales de su pareja... ¿Y se atrevia a engañarlo?

— Kotetsu-san...

Ambos sabian que de recibir como respuesta una mentira, Barnaby habría destrozado a Kotetsu, el bar y probablemente habría desaparecido por varios dias hasta calmarse. Pero aun asi, el rubio era demasiado sensible en cuanto a sus sentimientos como para tolerar esa clase de comportamiento.

— Yo...

Barnaby tomo del brazo a su novio y lo obligo a girarse para darle la espalda, casi estampándolo contra la incomoda pared del baño en el diminuto cubiculo. En medio segundo ya le habia arrancado el cinturon con su Hundred Power y estaba desnudandolo. En el futuro se iba a arrepentir de tratar a su amado novio del modo en que lo estaba tratando, pero Barnaby no pensaba en nada, excepto una cosa.

— ¡Yo confie en ti! ¡¡Confie en ti!!

Estaba herido. No tanto como Kotetsu-san iba a estarlo cuando esos 4 dedos irrumpieran en su interior, lo que no tardó más de otro medio segundo, pero se sentía roto.

— ¡¿Acaso no soy lo bastante bueno para ti?! ¡¿Por que?! ¡¿Por que lo hiciste sabiendo que yo confiaba en ti?! ¡¡Kotetsu-san, eres de lo peor!!

Barnaby no tardó en considerar que era suficiente estimulo y pasó a la siguiente etapa apresuradamente. Se quitó el cinturon y el pantalon de cualquier manera y perforó violentamente el interior de su amado, sin darle tiempo siquiera a quejarse, embistiendolo a gran velocidad.

— ¡¡No voy a perdonarte, Kotetsu-san!! ¡¡No voy a perdonarte hasta que me haya vengado!!

Barnaby seguramente no lo sabia, pero estaba gritando, y las paredes del baño no solian ser insonorizadas, sino todo lo contrario.

Kotetsu sabía que iba a ocurrir, porque conocía a Bunny y se podía anticipar a sus acciones, aun así cuando fue estampado contra la pared estuvo tentado a soltar un quejido adolorido, porque después de todo su pareja estaba siendo demasiado bruto. Y sin embargo simplemente se dejó hacer, quejándose por lo bajo.

Por supuesto el dolor de ser estampado contra la pared no podía ser comparado con que cuatro dedos se adentrasen en tu interior de una sola vez, generalmente ese tipo de cosas eran graduales y sin embargo… Kotetsu quiso quejarse en ese instante, pero los gritos de Barnaby le forzaban a callar.

¿Por qué decía esas cosas? ¿Por qué le trataba como si… le hubiese traicionado? Él no lo hizo. Él no hizo nada mientras estaban juntos. Bueno, lo de Iván pero eso ni siquiera supo que era él. Con Sky High no tenían una relación seria todavía, lo mismo que con Antonio, ¿entonces por qué? ¿Por qué le trataba como si le hubiese sido infiel?

Kotetsu no pudo seguir pensando en ello, porque demasiado rápido Bunny se adentró en el con fuerza y Kotetsu soltó un grito desde lo más profundo de su garganta pero claro, Bunny ni siquiera se daba cuenta. Estaba cegado. Kotetsu jadeó, echando su cabeza hacia atrás mientras sentía cada una de las embestidas y mordía su labio para no quejarse. ¿Vengarse? Bunny estaba tomándolo con tanta violencia por vengarse.

Realmente cree que le fui infiel.

Claro, Kotetsu sabe que no fue lo mejor que incluso no teniendo una relación seria hubiese ido a los brazos de otro pero… no lo entendía. Él era así, sencillamente.

— B-bunny-chan— gimió ahogado, apoyando su mejilla en la pared— D-duele, espera…

No iba a hacer caso, lo sabía.

— Bunny, ¡escúchame!

Quería explicarle. No. Necesitaba explicarle.

Mientras él pensaba y luchaba por ello, Nathan miraba como Karina tenía lágrimas en los ojos seguramente por imaginarse la situación de Kotetsu, en tanto Pao-Lin solo parecía no entender nada. Nathan no dijo mucho, pero se levantó y se encaminó al baño.

No podía decirse que Barnaby estuviera disfrutando realmente de lo que hacía. Continuaba sin pensar en absolutamente nada, sólo llevado por la ira y el sentimiento de decepción que se habían apoderado de su cabeza y que le hacían actuar tan violentamente. Barnaby era así desde hacía mucho y como nadie jamás le había llamado la atención, no había nada que hacer.

O al menos eso se podría creer. Una cálida y pesada lágrima rodó por su mejilla, seguida de otra, y otra más, y cuando Barnaby se dio cuenta, también estaba llorando. Estaba frustrado y llorando y entonces al mirar hacia abajo, observó aterrorizado la sangre en su mano y salpicando su cadera. Se asustó, realmente se asustó, y dejó todo lo que estaba haciendo, soltó a Kotetsu y retrocedió hasta chocar con la puerta del cubículo.

— No... y-yo... Kotetsu-san... y-yo no...

Pero ya era tarde. Lo hecho, hecho estaba ya. La ira cedió paso al arrepentimiento y Barnaby apenas pudo consigo mismo. La puerta del cubículo se abrió y él cayó al suelo, llorando todavía y mascullando para rogar el perdón de su amado.

Había herido a la persona que más amaba, ¿por qué? Por celos. Fundamentados o no, sabía perfectamente que Kotetsu no se merecía lo que le había hecho y eso sólo lo hacía sentir mucho peor. Con un temblor incontrolable en las manos, Barnaby se arregló la ropa como pudo y salió corriendo fuera del baño y del bar, sin prestar atención a nada ni nadie que se encontrase en su paso.

— Kotetsu-san... lo siento... lo siento de verdad... lo siento...

Con su Hundred Power activado, Barnaby saltó para subir a un edificio y escapar antes de que alguien notase que siquiera estuvo ahí.

Kotetsu se había rendido, no iba a escucharle aunque intentase explicarse. Quizás por eso simplemente se abandonó a lo que Bunny quisiera hacer con él, sabía que era su culpa la furia que su amante estaba sintiendo y por ello simplemente se dejó.

El dolor pasó a segundo plano demasiado rápido, olvidó absolutamente todo lo que sentía en ese momento y solo cerró los ojos esperando que todo terminase. Pero Bunny de pronto se alejó de él, Kotetsu apenas pudo verle antes de sentir los brazos delgados de alguien rodeando su cuerpo.

— ¡Bunny-chan!— gritó, pero era demasiado tarde.

Nathan le tiró una sábana encima, mientras le encargaba a Pao-Ling todo y salía corriendo tras Barnaby. Kotetsu se quedó con la pequeña chica, que pese a no entender nada solo le ayudó volteándose avergonzada y dejándole arreglarse la ropa y demás detalles. Le dolía el cuerpo, pero nada podía hacerse. Solo sería cosa de arreglarlo una vez estuviese en casa.

Cuando estuvo listo, Pao-Ling lo llevó a la mesa, pidieron algo para el dolor y luego le contó todo. Omitiendo los detalles que una niña no tenía que saber, pero le explicó lo que ocurrió más o menos como ocurrió y ella solo le dio una idea para lograr que Barnaby lo perdonase. Y por eso, ambos salieron del local dejando la cuenta a nombre de Nathan.
*~*~*~*~*~*— ¡Barnaby, detente ahora mismo!

Nathan estaba molesto en ese instante. Los celos no eran excusa para lo que Barnaby había hecho, entendía su furia pero una cosa no tenía nada que ver con la otra. Pero lo que más le molestaba es que Kotetsu no había hecho nada para defenderse. Se había dejado, y suponía tan bien sus razones que le enfurecía todavía más.

— Escúchame bien, no vas a escapar, ¿oíste? No pienso dejarte.

Nathan se acercó y puso las manos en su cintura.

— Vamos a hablar.