☯ When we were young...

Las cosas han cambiado mucho desde que eran jóvenes y lucharon en la S.F. en el continente Mu y dentro de los G.S. contra Hao.

Yoh y Anna habían tenido un bebé, que después dejaron al cuidado de Tamao para que ellos dos de fuesen a la guerra.

Tamao había enloquecido y ahora era tanto o más aterradora que Anna.

Ryu y las Hanagumi trabajaban a diario en la posada para Tamao.

Lyserg se había graduado en Oxford y ahora era detective de la Interpol. Tenía tanta influencia que había conseguido una sentencia reducida para Chocolove en EU.

Los X-Laws se habían convertido en los X-Charity, una fundación de caridad que viajaba por todo el mundo.

Ren se había casado con Jeanne, lo que no era del todo una sorpresa, pero además ahora esperaban un hijo. Esto último casi nadie lo sabía.

En cuanto a Horo-Horo, continuaba con su sueño de crear un campo de plantas para salvar a los Kropokul. Aunque con el tiempo se había hecho cada vez más realista y se daba cuenta que reforestar a todo el mundo él solo era imposible. Ni siquiera se hacia una idea de cómo reforestaría Japón, así que se conformaba con su plan de repoblar Hokkaido con sus plantas. Su granja ya estaba ganando un poco de fama y no le costaba vender sus productos, pero...

Pero se daba cuenta de que todos se habían separado. El tiempo que pasaron juntos y el tiempo en que fueron amigos cercanos, comentando sus problemas con los demás, luchando juntos por sus sueños, ya no era más que recuerdos. Con Yoh no podía hacer nada, no sabía ni dónde estaba. Tamao y Ryu eran agradables pero no tenía la confianza para hablar de todas sus preocupaciones cuando ellos tenían las propias con la posada. Lyserg y Chocolove residían en otros países y la llamada por cobrar que hacía cada mes no era suficiente para desahogarse o para enterarse bien de nada, porque solo duraba un minuto y era carísima. Y Ren... Ren se había vuelto tan distante desde que se había casado.

No, Horo-Horo sabía que había sido desde antes, pero no sabía desde cuándo exactamente. Ren le había invitado a su boda, pero incluso para ese momento, ya parecía demasiado distante.

¿Cuándo había sido? ¿Cuándo su amistad y todo lo que pasaron juntos en la S.F.  había terminado enterrado en recuerdos?

Si tan sólo pudiera alcanzarlo de nuevo...

«Si ese es tu deseo...»

Horo-Horo escuchó esa voz que de principio le tomó por sorpresa y se sintió caer en un profundo abismo. Cerró los ojos esperando el momento del impacto pero éste no llegó. En cambio se vio de pie frente a un hotel que reconocía bien.

Y frente a él estaba... La persona que más quería a su lado. Ren Tao. El Ren Tao que fue su mejor amigo y algo más durante la S.F. El Ren Tao que ya tan sólo existía en sus recuerdos de la adolescencia.

Esto... Era sólo un sueño, ¿no?

«No. No lo es. Y más vale que disfrutes de mi generosidad...»

Esa voz se repitió en su cabeza una última vez y luego se esfumó.